Israel no tendrá pabellón propio en el Smart City Expo. Tampoco participarán las empresas escogidas por el Netanyahu para representar al país en este evento sobre ciudades inteligentes, que es uno de los de más envergadura que acoge en la Fira de Barcelona.

Ahora bien, esta baja de última hora -que se ha conocido a una semana del inicio del evento- no es consecuencia de las declaraciones institucionales firmadas por el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, que acordaron romper cualquier tipo de relación política o comercial con Israel. De hecho, desde la Fira aseguran que “no se ha vetado a nadie”. Lo que ha pasado es que Israel se ha retirado voluntariamente.

Fuentes del recinto ferial explican a elDiario.es que han mantenido diversas conversaciones con el Israel Export Institute , el organismo dedicado a la promoción exterior, para trasladarle “la situación y contexto actual en Barcelona”. Después de dejar claro que “no se podía garantizar la seguridad”, fue el mismo Gobierno de Israel el que decidió retirarse y cancelar la presencia del Israel Pavilion.

Esto fue el pasado 20 de octubre, día en que el alcalde Collboni confirmó que no “habría presencia institucional del Gobierno de Israel”. Este stand , el C31, ya no iba a acoger a ningún miembro del gobierno, pero las empresas escogidas por el Israel Export Institute, que se autodefine como “la cúpula de hierro de la economía israeliana, seguían registradas como expositoras. La única diferencia es que su pabellón ya no tenía nombre.

Movimientos propalestinos como Prou Complicitat amb Israel llevan meses monitorizando la actividad en la Fira y el cumplimiento de las declaraciones institucionales firmadas por el Ayuntamiento y la Generalitat. Cuando tuvieron constancia de que Israel retiraba su nombre del pabellón pero sus empresas seguían teniendo presencia, no tardaron en denunciar la situación como “una medida cosmética”, así que elevaron el tono y pusieron el foco en las ocho compañías que seguían teniendo un hueco en la Smart City Expo.

En ese momento, la Fira reanudó las conversaciones con Israel para volver a trasladar el estado de la situación en Barcelona y para advertir sobre posibles protestas o boicots al evento. Fue entonces cuando Israel decide retirarse voluntariamente, tanto a su propio Gobierno, como a sus empresas, del evento. “Ha sido una decisión tomada por ellos mismos y en base a cuestiones de seguridad. Pero la Fira no ha vetado a nadie”, insisten fuentes del recinto ferial a este medio.

Para recalcar este último punto, recuerdan que la tecnológica israelí aiOla sigue participando en el Smart City Expo. El motivo es que esta empresa se registró de manera independiente y no fue una de las escogidas por el Gobierno para representar al país.

Sin una “resolución vinculante”

En mayo, el Ayuntamiento de Barcelona acordó una declaración institucional mediante la cual se rompía cualquier vínculo con Israel hasta que se acabara el genocidio. Algunos meses después, en julio, la Generalitat hizo lo propio. Aunque en ambas declaraciones hay algunas divergencias, hay un artículo que es idéntico.

Se trata del punto por el cual ambas administraciones se comprometen a “trasladar al Consejo de Administración de Fira que no haya pabellones del Gobierno de Israel ni de empresas armamentísticas o de cualquier otro sector que se lucren del genocidio, la ocupación, el apartheid y la colonización del pueblo palestino”.

Esa petición ha sido formalmente trasladada ya que, cabe recordar, Collboni es presidente del Consejo de Administración y que, después de la venta de acciones de la Cambra de Comerç al Govern, el Ayuntamiento y la Generalitat son los dos únicos miembros del consorcio que rige este recinto ferial.

Aun así, hoy por hoy, la Fira no está obligada a vetar ni a prohibir la presencia ni de Israel ni de sus empresas. Eso, según expertos consultados por este medio, sólo podría hacerlo mediante una ley que amparara al recinto y que evitara que fuera víctima de acciones legales por discriminación.

“Son gestos políticos que no son más que medidas cosméticas”, insiste Alys Samson, portavoz de Prou Complicitat, quien afea a ambas administraciones que no hayan “hecho valer” los acuerdos y hayan redactado “una resolución vinculante”. Preguntados por este medio, desde el Ayuntamiento de Barcelona remiten a la Fira.

Las ocho empresas escogidas por el Israel Export Institute para participar del Smart City Expo eran CityZone (una iniciativa del Ayuntamiento de Tel-Aviv), Elssway, IPGallery, Phasor, Step Hear, Cogniteam, Drive Group Ltd y Tondo Smart. Las últimas tres están “directamente implicadas y vinculadas con actividades de vigilancia, infraestructuras de ocupación, asentamientos ilegales y tecnología militar”, según una investigación llevada a cabo por Prou Complicitat. A su desaparición de la Fira también se ha sumado la de Egis, que figura en la base de datos de empresas que, según la ONU, participan directamente o se lucran con los asentamientos israelís en Cisjordania.

En este caso en particular, desde la Fira sí que reconocen que la decisión de excluirla la tomaron ellos y en base al dicha lista. En este sentido, cabe recordar que tanto el Ayuntamiento como la Generalitat acordaron vetar de la contratación pública a todas las empresas que figuraran en esa lista y que “desarrollaran actividades contrarias a los derechos humanos y al derecho humanitario internacional”.

Desde la Plataforma celebran que ni Israel ni sus empresas vayan a participar de este evento, pero lamentan que no haya habido “más transparencia” y que la ausencia no se haya zanjado hasta una semana antes del inicio del mismo.

“Es una victoria popular que los genocidas tengan claro que no son bienvenidos en esta ciudad. Pero necesitamos decisiones valientes por parte de las administraciones para que estas ausencias no dependan de que la sociedad civil esté activa”, apunta Alys Samson.