Leyendas y relatos escalofriantes salpican la historia de Córdoba. Una ciudad perfecta para acometer una ruta por las calles, monumentos y rincones que albergaron capítulos realmente oscuros e inquientantes. La primera parada es la Cruz del Cautivo de la Mezquita-Catedral de Córdoba. El primero es una curiosa talla, en forma de cruz, inserta en una de las columnas de la Mezquita. Poco se sabe sobre quién o cuándo pudo hacerla. Según reza la leyenda, un joven cristiano se enamoró de una mujer musulmana. Se decidió a pedirle matrimonio y ella aceptó, con la promesa de que se convertiría al cristianismo. Sin embargo, la misma noche en que la chica iba a ser bautizada, fue interceptada por unos soldados que la asesinaron y tiraron su cuerpo al río.

Poco después también capturaron al joven

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