La última mesa de la IV Jornada de Economía circular y Energías renovables de elDiario.es se ha llevado a cabo bajo el título ‘Menos basura, más futuro: hacia un diseño inteligente de los envases’. En ella, el reciclaje ha sido el protagonista por la necesidad de reducir la cantidad de residuos en plena crisis medioambiental.
La conversación arrancó con el nuevo reglamento de envases de la UE PPVR, que, por primera vez, establece objetivos vinculantes de reducción, reutilización y reciclado. La catedrática en Ingeniería Industrial María Luisa Martínez Muneta, experta en producción, diseño circular y Design Thinking advirtió de que el camino será “muy duro para muchos sectores y para muchos envases” y subrayó la importancia de una colaboración total, desde los ciudadanos hasta los gestores de residuos “para lograr cambios de mentalidad importantes”.
El consenso sobre la inminencia de los plazos marcó el tono del debate. Josep Teruel, director de negocio de celulosa moldeada de Ence afirmó con contundencia que “2030 es mañana y el problema que tenemos es para hoy y tenemos que poner toda la carne en el asador hoy”, en referencia a los objetivos tan ambiciosos que marca la Agenda 2030. Teruel también recalcó que la presión regulatoria es “una oportunidad” para acelerar el cambio. Para ello, es indispensable cambiar la mentalidad, la forma de comprar y el uso que damos a los envases.
Desde el sector farmacéutico, Patricio Cisneros, presidente de la Central de Devoluciones Farmacéuticas, CEDIFA, comentó que su industria ha evolucionado bastante en cuanto al reciclaje. “Hace ya más de 24 años creamos una entidad sin ánimo de lucro que se denomina Sigre entre la industria farmacéutica, la distribución farmacéutica y las oficinas de farmacia, con el objeto principal de la gestión medioambiental de los envases y los residuos de medicamentos”, explicó, que además cuenta con un Plan Empresarial de Prevención y Ecodiseño (PEP), que cumple con casi la mitad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Reducir el peso de los envases del sector en un 25% para 203o es un objetivo ambicioso, pero Cisneros ha recalcado la seguridad como “prioridad absoluta, por encima de la funcionalidad o del coste” en el ámbito de la salud.
¿Los productos que utilizamos podrían ser diferentes?
Uno de los principales desafíos identificados en esta última mesa de debate, ha sido la urgencia de encontrar sustitutos para el plástico. Al respecto, Teruel destacó que la batalla se libra en el packaging , dado que “el 59% de la contaminación plástica en el mundo está en el envase”. No obstante, señaló que “ya tenemos alternativas perfectamente viables en todas las funcionalidades al plástico”.

En este contexto de innovación material, la empresa Ence ha apostado por la celulosa moldeada como alternativa. “Las pruebas de reciclabilidad de nuestras bandejas están al 98%. Tenemos la máxima calificación”, subrayó Jusep Teruel. “Además, si el embalaje deja de tener utilidad, es absolutamente biodegradable, con lo que es absolutamente neutro y cierra completamente el círculo”.
Sin embargo, el cambio tecnológico debe ir acompañado de cambios conductuales y un diseño centrado en el usuario. A nivel de hábitos y producto, María Luisa Martínez Moneta sugirió repensar los diseños: “Si nos planteamos que muchos de los productos que tenemos líquidos son principalmente agua, pues a lo mejor es más sencillo comprar polvos o sólidos”, como sucede con el jabón o el champú.

Para la experta, no es solo una cuestión de materiales. “Un buen material no es circular. Para que sea circular lo que necesita es un sistema que recoja, gestione y que sea capaz de volverlo otra vez al entorno o hacer nuevas bases”. Para esto, Martínez Moneta apela a la proximidad geográfica, la colaboración público-privada, y la aplicación de metodologías como el ‘design thinking’ para asegurar que el diseño sea útil y tenga un menor riesgo de error.
En cuanto a la gestión de residuos, Cisneros apuntó que “el sector farmacéutico está valorizando, es decir, dándole una segunda oportunidad a las cosas en más del 70% de lo que llega a la planta de reciclaje”. Pero además del reciclaje, se realizan acciones como la ayuda humanitaria, que supone, por ejemplo el envío de “más de 50 toneladas de productos todavía en uso” a países necesitados como Ucrania.

Con la vista en 2030
Al mirar hacia los próximos años, Cisneros habló de fármacos y envases más verdes. “Se está planteando crear un semáforo de fármacos contaminantes”, apuntó. También mencionó que el sector farmacéutico se enfrentará al gran reto de la nueva directiva europea sobre aguas residuales: “Se trata de que haya un criterio científico justo para discernir la procedencia de microcontaminantes”.
Por su parte, María Luisa Martínez Muneta vaticinó un futuro con menos embalaje bajo la máxima: “El mejor embalaje es el que no existe”. La catedrática también apostó por un cambio en las costumbres hacia lo retornable y rellenable, donde los envases serán más duraderos.
Jusp Teruel cerró el debate con una nota de extremo optimismo al argumentar que “así como hoy resulta distópico ver a gente fumando en restaurantes en películas antiguas, pronto será impensable un envase no circular”. “El futuro es pasado mañana y el envase será reutilizable y compostable o no será”, concluyó director de negocio de celulosa moldeada de Ence.

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