DEIR AL-BALAH, Gaza (AP) — El ejército de Israel anunció el miércoles el restablecimiento del alto el fuego en la Franja de Gaza tras llevar a cabo intensos ataques aéreos nocturnos en todo el territorio palestino que causaron 104 muertos, incluyendo 46 niños, según funcionarios locales de salud.
Los ataques —los más letales desde que la entrada en vigor del alto el fuego el 10 de octubre— fueron el desafío más serio al frágil acuerdo hasta la fecha.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que había ordenado los ataques tras acusar a Hamás de violar el acuerdo al entregar partes de cuerpos que, según Israel, eran los restos parciales de un rehén recuperado antes en la guerra. La situación empeoró con la muerte de un soldado israelí durante un tiroteo en Rafah, la ciudad más al sur del sitiado enclave palestino.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que está de gira por Asia, defendió los ataques señalando que Israel estaba legitimado luego de que Hamás mató al soldado, que también tenía ciudadanía estadounidense.
Hamás negó cualquier participación en el tiroteo y, a su vez, acusó a Israel de "una flagrante violación del acuerdo de alto el fuego". Además, afirmó que retrasaría la entrega del cuerpo de otro rehén debido a los ataques.
Netanyahu calificó esta devolución como una "clara violación" del acuerdo, que exige que el Hamás entregue a los cautivos que siguen en el territorio palestino lo antes posible. Funcionarios israelíes acusaron también a la milicia de escenificar el hallazgo de esos restos el lunes, compartiendo un video editado de 14 minutos grabado por un dron militar en Gaza.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, Oren Marmorstein, dijo que Hamás era responsable de las consecuencias de su incumplimiento del acuerdo y atribuyó el alto número de fallecidos a que el grupo insurgente utiliza a civiles como escudos humanos.
Según Marmorstein, Washington fue informado de la ofensiva, que se llevó a cabo en total coordinación con Estados Unidos.
Hamás aseguró que está tratando de localizar los cuerpos en medio de la vasta destrucción en el enclave, mientras que Israel lo acusa de demorar deliberadamente las repatriaciones.
En la Franja quedan todavía 13 cuerpos de rehenes y su lenta devolución está complicando los esfuerzos para avanzar a las siguientes fases del alto el fuego, que abordan cuestiones aún más espinosas como el desarme de Hamás, el despliegue de una fuerza de seguridad internacional en territorio y la decisión de quién lo gobernará.
Marmorstein señaló que Hamás estaba "tratando de hacer todo lo posible para evitar" el desarme.
El Ministerio de Salud palestino reportó un total de 104 muertos en los ataques nocturnos y apuntó que 253 personas más resultaron heridas, en su mayoría mujeres y niños. Entre los fallecidos hay 46 menores, apuntó.
Mohammed Abu Selmia, director del hospital Shifa de la Ciudad de Gaza, indicó que espera que el número de muertos se incremente ya que muchos de los 45 heridos ingresados en su centro —incluyendo 20 menores— están en estado crítico. El hospital recibió 21 cadáveres, entre los que estaban los de siete mujeres y seis niños, agregó.
Primero, el hospital Aqsa, en la ciudad central de Deir al-Balah, anunció que recibió al menos 10 cadáveres, incluyendo los de tres mujeres y seis niños. Más al sur, el hospital Nasser de Jan Yunis dijo que recibió 20 después de cinco ataques israelíes en el área, de los cuales 13 eran niños y dos eran mujeres.
En otro punto del centro del enclave, el hospital Al-Awda reportó que recibió 30 cuerpos, incluyendo 14 niños.
Trump dijo a reporteros a bordo del Air Force One el miércoles que Israel "debería contraatacar" cuando sus tropas sean atacadas.
Pero apuntó que confía en que la tregua resistirá la escalada de violencia porque "Hamás es una parte muy pequeña de la paz general en Oriente Medio. Y tienen que comportarse". Si no, serán “eliminados”, agregó el presidente estadounidense.
Un funcionario militar israelí señaló el miércoles que el soldado en Rafah —identificado como el sargento mayor Yona Efraim Feldbaum, de 37 años— murió por "fuego enemigo" contra su vehículo el martes por la tarde.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para poder discutir operaciones militares confidenciales, indicó que las tropas israelíes en la zona fueron atacadas en numerosas ocasiones el martes mientras trabajaban para destruir túneles e infraestructura de Hamás.
Hamas insistió en que no estuvo implicado en el tiroteo de Rafah y reiteró su compromiso con el alto el fuego, además de instar a los mediadores que presionen a Israel para que se detenga.
El ejército israelí dijo que sus fuerzas atacaron a "30 terroristas que ocupaban posiciones de mando dentro de organizaciones terroristas" y operaban en el enclave. Más tarde, indicó que sus tropas continuarían respetando el alto el fuego, pero responderían “con firmeza” a cualquier violación del acuerdo.
Las ambulancias y pequeños camiones en los que se trasladaron los cadáveres abarrotaron las entradas de los hospitales durante la noche en toda Gaza. En Deir Al-Balah, unos cuerpos fueron llevados en camillas y otros en colchones. Un hombre entró al hospital con los restos mortales de un niño pequeño.
"Atacaron justo al lado de donde estábamos y vimos todos los escombros sobre nosotros y nuestros pequeños", dijo una mujer parada afuera del hospital.
Al amanecer, los palestinos desplazados retiraron los restos de una tienda destruida en el campamento, junto a un cráter causado por el ataque. Encontraron el cadáver de un niño pequeño y lo envolvieron en una manta.
"¿Qué clase de alto el fuego es este?", se preguntó Amna Qrinawi, una sobreviviente.
En el hospital Al-Awda, en el centro del enclave, decenas de personas se congregaron en torno a docenas de cuerpos envueltos en sudarios blancos para las oraciones fúnebres. Los familiares lloraban mientras se despedían de sus seres queridos.
Uno de ellos era Yehya Eid, que dijo que había perdido a su hermano y a sus sobrinos. Lloró sobre un pequeño cuerpo en un sudario blanco ensangrentado en el exterior del hospital. Dijo que el ataque se produjo sin previo aviso.
"Estos son niños que han sido asesinados. ¿Qué hicieron mal? ¿Lucharon en la guerra?", se preguntó Eid.
En el exterior del hospital Nasser de Jan Yunis también hubo oraciones fúnebres.
"Estas son masacres", dijo Haneen Mteir, que perdió a su hermana y sobrinos. "Quemaron a los niños mientras dormían".
Najwa Erian dijo que tuvo suerte de que sus hijos sobrevivieran cuando su edificio se vino abajo a causa de uno de los ataques.
"Fue gracias a los jóvenes del vecindario que vinieron a ver cómo estábamos y pudieron salvar a los niños", contó.
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Boak informó desde Tokio. Los periodistas de The Associated Press Kareem Chehayeb en Beirut, y Julia Frankel, Josef Federman y Renata Brito en Jerusalén contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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