Hace un año, una , dejando tras de sí un panorama desolador: infraestructuras arrasadas, viviendas anegadas, pérdidas humanas y miles de damnificados. En apenas unas horas, la intensidad de las lluvias desbordó ríos y colapsó servicios esenciales, marcando para siempre la memoria de las localidades afectadas.

Doce meses después, el recuerdo de aquella tragedia sigue vivo. Vecinos, equipos de emergencia y autoridades evocan aquellos días en los que la solidaridad y la cooperación ciudadana se impusieron al miedo y la devastación. Aún hoy, muchas familias continúan reconstruyendo sus hogares y proyectos de vida , mientras las administraciones trabajan en la recuperación de los daños y en la puesta en marcha de nuevas medidas de prevención frente a fenómenos meteorológicos extremos.

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