La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha avisado este miércoles de “paradas inminentes en las líneas de ensamblaje” de fábricas en suelo europeo tras la decisión de China de frenar el envío de chips como respuesta a la nacionalización de la compañía Nexperia por parte de Países Bajos.
Una delegación de China se va a reunir este viernes con directivos de la Comisión Europea para tratar de llegar a un acuerdo que solucione este conflicto. El cierre de envío de semiconductores por parte de China es la represalia a la decisión de Países Bajos de tomar el control del fabricante de chips Nexperia, que fue comprada por la china Wingtech en 2018 por 3.600 millones de dólares.
EEUU presionó a Países bajos para la intervención de la compañía de chips tras señalar a Wingtech e incluirla en una lista negra de compañías que estaban entrando en sectores “sensibles”. Reuters publicó que Washington pidió al Gobierno neerlandés la destitución del principal ejecutivo chino de Nexperia para sacarla de la lista negra, lo que ha ocurrido tras la nacionalización de la compañía.
“Mientras la disputa política que ha llevado a la prohibición de las exportaciones de chips de Nexperia desde China siga sin resolverse, la situación se vuelve más crítica a diario para la fabricación automotriz global. La consiguiente escasez de suministro del tipo de chips simples utilizados en las unidades de control de los sistemas eléctricos de los vehículos está afectando gravemente a los fabricantes de automóviles de todo el mundo, incluyendo aquí en Europa”, explican desde la patronal automovilística europea.
El conflicto es mucho más profundo y está inmerso en la guerra comercial que disputan EEUU y China, que ha cogido en medio a Europa sin mucha capacidad de respuesta pero con grave impacto para sus empresas. Además de la escasez de chips, China anunció un control de importaciones de los metales críticos y tierras raras, que son materiales indispensables para productos tecnológicos. China controla el suministro mundial de metales raros: representa el 70% de la minería global y el 90% de la capacidad de procesamiento de estos materiales en el mundo. La industria europea del automóvil ya ha avisado del fuerte impacto que puede generar en sus líneas de producción las restricciones chinas, mientras que la empresa holandesa ASML, fabricante europeo de semiconductores, se está preparando para interrupciones en su producción, según informó Bloomberg.
El lobby automovilístico señala que “existen muchos proveedores alternativos, pero tomará muchos meses aumentar la capacidad adicional necesaria para cubrir la falta de suministro. La industria automotriz no tiene tanto tiempo antes de que se sientan los peores efectos de esta escasez”.
La compañía alemana Bosch, que fabrica componentes de automoción, ya ha anunciado que va a parar la producción en una de sus fábricas de Alemania, mientras que Volkswagen está buscando proovedores alternativos para evitar paradas en sus plantas. Las fábricas españolas de automóvil no tienen problemas de producción de momento, pero sí admiten que siguen el conflicto con preocupación, según informó Cinco Días.

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