El festejo de Halloween dejó de ser una rareza importada y se instaló definitivamente en los barrios argentinos. En la previa del 31 de octubre, los locales de cotillón y kioscos lucieron calabazas, esqueletos y golosinas con envoltorios negros y naranjas. En diálogo con TiempoSur , comerciantes del centro de Río Gallegos aseguraron que la demanda creció “notablemente” respecto de años anteriores, impulsada por las redes sociales y las fiestas temáticas.

“Cada vez se preparan más familias y grupos de amigos, no sólo los chicos. Se busca armar una noche completa con decoración, disfraces y dulces especiales”, comentaron desde uno de los locales relevados por el móvil de TiempoSur .

La recorrida permitió observar que las golosinas son las protagonistas del festejo. Las calabazas rellen

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