En la ría de Pontevedra, al norte de Galicia, se encuentra Combarro, un núcleo costero vinculado históricamente a la pesca y a la agricultura y que conserva, a día de hoy, uno de los mayores conjuntos de hórreos a orillas del agua en Galicia. Su ubicación próxima a la desembocadura del río Lérez y a la ciudad de Pontevedra ha facilitado, desde sus orígenes, la interacción entre los recursos marítimos y la vida rural. Con una población que no supera los 1.500 habitantes, el pueblo mantiene su trazado histórico con calles empedradas y edificaciones tradicionales que reflejan la adaptación al clima atlántico y a la proximidad del mar.
El patrimonio de Combarro ha sido reconocido desde 1972, año en que se declaró Conjunto de Interés Artístico y Pintoresco. Desde 2019 forma parte de la red de “Pueblos Mágicos de España” como representante del patrimonio costero y rural gallego. La declaración busca preservar la arquitectura y los elementos culturales característicos, así como los sistemas de organización urbana que reflejan la historia de la localidad.
El casco antiguo combina casas residenciales, plazas y espacios públicos que conservan la tipología original, así como cruces de piedra conocidas como cruceiros. Estos elementos marcan la identidad cultural del pueblo y se integran con la actividad económica centrada en la pesca y el marisqueo, además de facilitar la visita turística en un contexto patrimonial protegido.
Los hórreos de Combarro

Los hórreos constituyen el rasgo más distintivo de Combarro. Estas estructuras tradicionales, generalmente rectangulares y construidas en piedra o madera, se elevan sobre pilares para proteger los alimentos de la humedad y de la acción de roedores. En el caso de Combarro, más de treinta hórreos se encuentran alineados frente al mar, mientras que el conjunto histórico puede reunir hasta sesenta y seis de estas construcciones.
Originalmente, los hórreos se construían con cañas y techos de paja, pero la transición a piedra y madera permitió su conservación hasta la actualidad. En ellos se almacenaban alimentos como maíz, patatas y pescado, así como herramientas de labranza y aperos de pesca. La orientación hacia la ría permite también secar pescado junto a la costa, reflejando la adaptación de la arquitectura tradicional a la actividad económica del pueblo.
La disposición de los hórreos frente al mar no sólo responde a criterios funcionales, sino que también configura un paisaje urbano único. Su concentración junto al paseo marítimo convierte a Combarro en uno de los núcleos con mayor número de hórreos junto al agua en Galicia, lo que ha motivado su reconocimiento como Monumento Histórico-Artístico.
Sitios de interés en el casco antiguo
El casco antiguo de Combarro incluye calles empedradas que conectan plazas y espacios públicos, entre ellos la Plaza da Chousa y la Plaza da Fonte. En estas plazas se ubican algunos de los siete cruceiros de granito del pueblo, elementos simbólicos que reflejan la tradición religiosa y la historia local. Algunos poseen mesas de piedra conocidas como “pousadoiros”, utilizadas como altares durante celebraciones religiosas como la procesión del Corpus.

La iglesia parroquial de San Roque, situada en el centro del casco histórico, data del siglo XVIII y constituye uno de los puntos de referencia para la comunidad y los visitantes. Muy cerca se encuentra el Monasterio de San Xoán de Poio, declarado monumento Histórico-Artístico en 1971, que alberga claustros, una biblioteca histórica y un hórreo monumental.
El puerto continúa siendo un espacio de actividad pesquera y marisquera, donde se pueden observar bateas y embarcaciones tradicionales. Este entorno permite comprender la relación histórica del pueblo con la ría y los recursos marinos, al mismo tiempo que ofrece acceso a productos locales frescos. Las calles que conectan con el puerto permiten recorrer los elementos patrimoniales y apreciar la integración del paisaje urbano, el patrimonio y la vida económica local.

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