Se prevé que 2026 sea un año clave para la estabilidad económica, con desafíos que exigirán coordinación entre gobierno y sector productivo.

México cierra 2025 en un entorno económico que confirma muchas de las advertencias que hemos venido planteando desde hace meses. La pérdida de impulso industrial, la debilidad del consumo y la erosión de la confianza institucional.

Lo que comenzó como señales de enfriamiento terminó por consolidarse como un freno estructural. A esto se suman reformas legales que debilitan los contrapesos y aceleran una deriva hacia la llamada postdemocracia, un modelo que conserva las formas pero concentra el poder y reduce la certidumbre jurídica.

Frente a este escenario, la economía llega al umbral de 2026 con desafíos que exigen prudencia, estrategia, decisión p

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