Tradicionalmente, el alcohol ha sido un elemento omnipresente en el contexto de las citas y las relaciones sociales. Se ha visto como una “herramienta” casi indispensable para romper el hielo, relajarse y facilitar la interacción entre dos personas que están conociéndose.

Esta idea está profundamente arraigada en la cultura popular española y se sigue promoviendo en los medios de comunicación, en las películas y en los programas de televisión. Sin embargo, esta asociación entre alcohol, las citas y, por tanto, el sexo, es un concepto completamente erróneo y que potencialmente nos puede causar problemas.

Decisiones precipitadas

El alcohol, aunque sí que puede ayudar a reducir una poco el nerviosismo inicial y facilitar la conversación, también tiene efectos negativos de los que a menudo

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