El sacrificio de un perro en el Refuxio de Bando, en Santiago de Compostela, ha desatado la polémica entre el personal voluntario y la dirección del centro. La decisión de aplicar la eutanasia a Gosu , un perro que había atacado a un trabajador, fue “ejecutada unilateralmente”, según denunció este jueves Miriam Prieto, voluntaria con más de once años de experiencia en el refugio, durante su intervención en el pleno municipal compostelano.

Prieto, integrante de la asociación de voluntariado activo del centro, calificó el caso como “una muestra de la mala gestión” que se vive en Bando y aseguró que el sacrificio del animal se llevó a cabo “pese a que había alternativas viables para su rehabilitación” .

La voluntaria describió a Gosu como “un perro con miedo” que reaccionó por estré

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