Para un presidente de Estados Unidos que declaró en mayo estar en contra de los «intervencionistas» o de quienes pretenden dar «lecciones sobre cómo gobernar», América Latina parece ser su propio contraejemplo.

En aquel discurso en Riad, Arabia Saudita, Donald Trump se refería a Oriente Medio. Sin embargo, desde su regreso a la Casa Blanca, ha intentado extender su influencia en América Latina, aplicando una política de zanahoria y garrote que sume a la región en la incertidumbre

El republicano se ha inmiscuido en la política interna de países como Brasil, Colombia y Argentina, mientras que el despliegue naval en el Caribe plantea interrogantes sobre una posible intervención militar de Estados Unidos en Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro.

El presidente estadounidense justifica est

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