Los tiempos se aceleraban y la tensión crecía de manera vertiginosa a medida que corrían los días de 1961 en el almanaque de la Guerra Fría. El enfrentamiento entre la Unión Soviética liderada por Nikita Kruschev y los Estados Unidos presididos por John F. Kennedy parecía a punto de estallar. En abril, la CIA había lanzado la fracasada invasión de Bahía de los Cochinos para acabar con la recién nacida revolución en Cuba y ese mismo mes, los soviéticos habían puesto al primer ser humano en la órbita terrestre, el cosmonauta Yuri Gagarin , en una operación que demostraba también el poder de los cohetes que podían construir y no solo para ir al espacio sino para alcanzar el territorio enemigo. El 13 de agosto, los berlineses había amanecido con su ciudad partida por un alambrado custod

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