Un grito desgarrador de auxilio se eleva desde Arequipa. Un mes después de la desaparición de Marilu Llantoy, su familia enfrenta no solo el dolor, sino también un aparente muro de silencio y desinterés. «Ningún vecino ahora viene porque venían por mi hija. Marilu, ¿dónde estás?», clama su madre con desesperación, «Ahora nadie llama, nadie viene».

El sentimiento de abandono es profundo. «Mi hija ayudaba al pueblo. Porque mi hija luchaba por el pueblo», relata la madre. Ahora se siente ignorada por la comunidad que su hija defendió.

Ante la falta de avances formales, la familia ha tomado la investigación en sus manos. La hermana de Marilú detalla el último rastro conocido: «Hemos encontrado los videos donde sí se mira a mi hermana Marilú… el último video donde se mira que mi hermana está

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