La comparecencia de Pedro Sánchez en la comisión de investigación organizada por la mayoría del PP en el Senado no aportó ninguna novedad a los casos judiciales que afectan al Gobierno y al entorno del presidente, y tampoco supuso una humillación , ni una derrota para su figura. Cuando los comentarios más repetidos después de cinco horas de sesión están relacionados con las nuevas gafas que estrenó públicamente Sánchez, más que sobre lo que dijo o lo que pudo aportar la oposición, la conclusión es evidente.

Vaya por delante que había motivos sobrados para interrogar a Sánchez en una comisión de este tipo, principalmente por los escándalos que afectan a los dos ex secretarios de organización del PSOE. El problema es que el PP optó por hacer una oposición tan zafia y tan burda que facil

See Full Page