Un nuevo escándalo ha estallado en el programa radial "Cumbia y Risas". El cantante argentino Juancito Rivarola, del grupo Marilyn, abandonó el set furioso tras un enfrentamiento con el humorista Edwin Sierra. El incidente, que fue grabado y compartido en redes sociales, ha generado una gran controversia entre los seguidores de ambos artistas.

Durante la emisión, Rivarola se mostró visiblemente incómodo por los comentarios de Sierra sobre su físico. En un momento de la entrevista, el cantante interrumpió al locutor para expresar su descontento. "Tus chistes no son de agrado, son una mier... boludo", le dijo Rivarola, claramente molesto. Edwin Sierra intentó calmar la situación, afirmando que su programa es cómico y que no había mala intención en sus bromas. Sin embargo, el cantante continuó su reclamo: "Pero estás todo el tiempo diciendo gordo, gordo, gordo".

La tensión aumentó cuando Rivarola respondió a Sierra, quien había hecho un comentario irónico sobre su peso. "No, pero qué tiene que ver. Vos tenés una cara de pelotudo enorme y yo no te digo nada", expresó el argentino, dejando claro que sus límites habían sido cruzados. A pesar de los intentos de Sierra por justificar su humor, Rivarola decidió abandonar el programa, dejando a todos los presentes en silencio.

Tras la abrupta salida del cantante, su representante se acercó a Edwin Sierra para disculparse. "Tantos años que te conozco y sé la persona que eres, perdóname hermano", se le escuchó decir. Sierra, con serenidad, aceptó las disculpas y ambos se despidieron con un abrazo, aunque Rivarola insistía desde afuera que su mánager no debía disculparse.

El video del enfrentamiento se ha vuelto viral en plataformas como TikTok, Instagram y Facebook, generando miles de comentarios. Las opiniones están divididas: algunos apoyan al cantante argentino por exigir respeto, mientras que otros defienden a Edwin Sierra por su estilo cómico. Los comentarios en redes sociales reflejan esta polarización, con usuarios que afirman que "el humor tiene límites" y otros que sugieren que Rivarola debería haber sabido a qué tipo de programa asistía. El incidente ha dejado una huella en el mundo del entretenimiento, evidenciando la delgada línea entre el humor y el respeto personal.