31 de octubre de 2025 - 01:00

Mientras el kirchnerismo acelera su cuesta abajo en la rodada con el paroxismo del pase de facturas entre “cristinistas” y “kicillofistas” en la Provincia de Buenos Aires, Javier Milei apresura las gestiones para traducir en consensos institucionales y políticos la victoria obtenida en el medio término.

Ayer, apenas cuatro días después del triunfo, reunió a 20 gobernadores en la Casa Rosada y les marcó su agenda sin que ninguno atinara a esbozar siquiera un matiz de divergencia. El margen para hacerlo era nulo después de la paliza que la mayoría se llevó el domingo, se dirá, pero más significativo que esa armonía es el contraste que el líder libertario consiguió establecer al exhibir el aislamiento de sus contendientes más enconados.

Axel Kicillof no fue in

See Full Page