La noche del 30 de octubre no es solo la víspera de Halloween. En Estados Unidos, especialmente en Detroit, se conoce como la Devil’s Night, una tradición que ha pasado de ser una simple jornada de bromas a convertirse en un ícono de caos, fuego y venganza. Aunque hoy se recuerda más como una curiosidad cultural, su historia está marcada por episodios inquietantes.

De Europa a América: el origen de las travesuras

La Mischief Night, como se la llamó originalmente, tiene raíces en el siglo XIX. Jóvenes en Escocia e Irlanda solían realizar bromas nocturnas como cambiar objetos de lugar o ensuciar ventanas con jabón. Estas prácticas llegaron a América con los inmigrantes europeos, donde adquirieron nuevos matices.

Con el tiempo, lo que comenzó como juegos inocentes se transformó en actos de

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