Hoy les traigo tres historias sobre hombres, emociones y poder.

Sobre cómo hablamos, cómo amamos y cómo tememos.

Porque, al final, el gran tema de nuestro tiempo no es la tecnología ni la política: es aprender a gestionar lo que sentimos sin romper lo que amamos.

Qué decirle a su hijo si se enamora de una musulmana.

Si su hijo le dice que se ha enamorado de una chica musulmana, enséñele a comunicarse.
Dígale que comunicarse no es hablarlo todo, ni solo escuchar, y lo más importante: no es buscar tener la razón.
 Tener la razón en una relación no sirve para nada , porque las personas somos emocionales. La razón solo es una excusa que nos inventamos para generar certezas en un mar de emociones que nos sobrepasan.

Cuando los hombres tenemos problemas, solemos callarnos. Es nuestra mane

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