Corría el año 2014 cuando Abigail King tomó un vuelo desde Denver, Estados Unidos, sin imaginar que ese viaje cambiaría su vida para siempre. Tenía apenas 19 años y venía a la Argentina por un intercambio universitario de 5 meses. El destino no la llevó a Buenos Aires, como ocurre con la mayoría de los estudiantes extranjeros, sino a Córdoba.

“ Fue algo muy curioso porque no le presté mucha atención al lugar ”, recordó entre risas en diálogo con Infobae . “La universidad jesuita donde estudiaba tenía convenio con la Universidad Católica de Córdoba, y así, casi sin planearlo demasiado, desembarqué acá”, agregó.

Apenas llegó, la recibió el calor sofocante de enero: “Me acuerdo que bajé del avión y hacía 40 grados. Yo venía del invierno, de la nieve, y pensé: ‘ ¿Qué estoy haciendo ac

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