Guadalupe Moreno Estrada recuerda lo ocurrido, y al hacerlo, todavía tiene pesadillas. Foto: Andrés Guardiola.

Guadalupe Moreno Estrada tenía 10 años de edad cuando un par de mujeres la arrancaron de los brazos de su madre , bajo la promesa de contar con un trabajo que le diera de comer .

Sin embargo, lo que muy pronto se dio cuenta fue que se trataba de las Poquianchis .

Han pasado los años y no puedo creer todavía que las Poquianchis me hayan raptado. Y lo que tampoco puedo creer es que salí viva cuando muchas otras muchachas fueron maltratadas y asesinadas”, aseguró.

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Actualmente, vive una vida feliz y apacible en una zona rural del municipio de León . Admitió no sabe leer y que tuvo 21

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