El Gobierno Nacional avanza en el diseño de una profunda reforma laboral, cuyo borrador ya fue compartido con actores del denominado Consejo de Mayo, incluyendo a dirigentes políticos y empresarios. La propuesta, que el Ejecutivo busca consensuar para enviar al Congreso antes de fin de año, retoma y profundiza los lineamientos desreguladores vistos en el fallido DNU 70/23, centrándose en reducir los costos del despido y modificar la dinámica de la negociación colectiva.

Los cambios propuestos representan un giro de 180 grados en el régimen laboral argentino, afectando directamente a los derechos de los trabajadores, especialmente aquellos con mayor antigüedad.

El corazón de la controversia

El punto más sensible de la reforma se encuentra en el régimen indemnizatorio por despido sin caus

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