El presidente Donald Trump ha instado a los republicanos del Congreso a eliminar la obstrucción parlamentaria en el Senado para poner fin al cierre del Gobierno. En una publicación en Truth Social, Trump afirmó: “Ha llegado el momento de que los republicanos jueguen su ‘CARTA TRUMP’ y opten por lo que se denomina la Opción Nuclear: ¡Eliminar el filibusterismo, y eliminarlo YA!”.

Esta declaración se produce tras el regreso de Trump de un viaje al extranjero y podría complicar los esfuerzos en el Capitolio para resolver el estancamiento presupuestario que ha durado semanas. La presión sobre los líderes republicanos ha aumentado, ya que han defendido la necesidad de mantener el umbral de 60 votos para la aprobación de leyes, argumentando que la obstrucción parlamentaria protege a los republicanos de legislaciones que podrían ser perjudiciales en el futuro.

La obstrucción parlamentaria permite a la minoría en el Senado bloquear la votación de un proyecto de ley si al menos 41 senadores se oponen. Los defensores de esta regla sostienen que fomenta el compromiso y dificulta la aprobación de reformas radicales. Sin embargo, el líder de la mayoría del Senado, John Thune, había descartado previamente cualquier cambio en las reglas, describiendo la obstrucción como un “baluarte contra muchas cosas realmente malas que están sucediendo en el país”.

Trump, en un giro inesperado, ha instado a los republicanos a utilizar su mayoría en el Senado para eliminar la obstrucción y reabrir el Gobierno. “Ahora que estamos en el poder, si hiciéramos lo que debemos hacer, se acabaría de inmediato con este ridículo y destructivo ‘cierre’ del Gobierno”, escribió.

El nuevo impulso de Trump se produce en un contexto donde legisladores de ambos partidos han indicado que podría haber progreso para resolver el estancamiento, aunque un acuerdo aún parece lejano. El Senado no regresará a Washington hasta el lunes por la noche, lo que deja a los legisladores a pocos días de superar los 35 días del cierre de Gobierno más largo de la historia.

Además, la Casa Blanca ha destacado la presión que el cierre del Gobierno ejerce sobre los controladores aéreos, organizando una mesa redonda con representantes de la industria aérea y líderes sindicales. La situación se vuelve crítica, ya que la ayuda alimentaria esencial para millones de estadounidenses podría verse afectada este fin de semana.