Crece en EE.UU. la preocupación por la seguridad de figuras claves de la Administración de Donald Trump, en un contexto de creciente polarización de la sociedad estadounidense y especialmente tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. Como consecuencia, altos funcionarios están empezando a asentarse en bases militares para garantizar su seguridad y la de sus familias, informa The Atlantic. 

Así, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio , y el secretario de Guerra, Pete Hegseth , han dejado sus hogares y ahora viven en Fort McNair, un enclave militar a orillas del río Anacostia, en Washington , afirmaron funcionarios de sus departamentos. Después que se revelara en los medios de comunicación la dirección de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem , ella también se mudó de su edificio de apartamentos a una casa destinada al comandante de la Guardia Costera en la base conjunta Anacostia-Bolling en Washington. 

Las fuentes indicaron que otro alto funcionario de la Casa Blanca se vio obligado a trasladarse a una base militar después que los servicios de seguridad le recomendaran que se mudara allí debido a amenazas contra su seguridad . 

Debido al aumento de la demanda de alojamiento en las bases militares del distrito de Columbia entre las altas figuras, hay escasez de viviendas libres , sostuvo un exfuncionario. Así, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, no pudo trasladarse a Fort McNair por falta de alojamiento disponible. 

La ambigüedad del traslado  

El traslado de los altos funcionarios a bases militares "difumina aún más las fronteras tradicionales entre el mundo civil y el militar", escribe el medio. Una medida de este tipo aumenta la influencia del Ejército y también puede enviar a la sociedad una señal errónea de que los militares protegen a solo un partido político, señaló Adria Lawrence, profesora asociada de estudios internacionales y ciencias políticas en la Universidad Johns Hopkins. Al mismo tiempo, la mudanza a las bases aleja a los funcionarios de su electorado . 

Cabe señalar que al trasladarse, los funcionarios pagan un alquiler por el alojamiento en las bases militares. De otra parte, la medida puede reducir los gastos de su seguridad personal .