La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado una fuerte acusación contra el gobierno de Estados Unidos, señalándolo por "violar el derecho internacional" a raíz de los ataques aéreos realizados contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico. Estos ataques, que supuestamente están relacionados con el narcotráfico, han resultado en la muerte de más de 60 personas, según informes disponibles. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha declarado que las personas a bordo de las embarcaciones atacadas han sido víctimas de "ejecuciones extrajudiciales". Türk enfatizó que "estos ataques, y su creciente costo humano, son inaceptables. Estados Unidos debe ponerles fin, independientemente de los presuntos delitos que se les imputen". La ONU ha exigido el cese inmediato de estas operaciones, argumentando que el enfoque de EE. UU. no se alinea con el derecho internacional. Türk reconoció la seriedad del problema del narcotráfico, pero insistió en que Estados Unidos tiene la obligación de respetar las normas internacionales, incluidos los tratados contra el narcotráfico de los que es parte. Una portavoz de Türk ha confirmado que la posición de la ONU ha sido comunicada formalmente a las autoridades estadounidenses. Mientras tanto, EE. UU. justifica sus bombardeos como operaciones necesarias contra el narcotráfico y el terrorismo, alegando que se rigen por el Derecho Internacional Humanitario (DIH), aplicable solo en contextos de conflicto armado. Sin embargo, la ONU rechaza esta justificación, argumentando que la situación no constituye un conflicto armado ni hostilidades declaradas. La portavoz Ravina Shamdasani ha declarado que las acciones militares estadounidenses representan una violación directa al derecho a la vida y constituyen formalmente ejecuciones extrajudiciales. Shamdasani añadió que, según la información limitada proporcionada por EE. UU., ninguna de las personas en las embarcaciones atacadas parecía representar una amenaza inminente que justificara el uso de la fuerza letal. La ONU ha instado a que estos incidentes sean investigados de manera rápida, independiente y transparente por las autoridades estadounidenses, subrayando que esta investigación no es opcional, sino una "obligación". A pesar de la gravedad del narcotráfico, Türk ha reiterado que EE. UU. debe cumplir con el derecho internacional y que la lucha contra el tráfico de drogas debe realizarse mediante métodos policiales, como la interceptación legal de embarcaciones y la detención de sospechosos, en lugar de recurrir a la fuerza militar letal.