El gobierno de España reconoció públicamente este viernes el “dolor e injusticia” causados a los pueblos originarios de México durante el periodo colonial, en un gesto inédito que busca matizar décadas de fricción diplomática por la memoria histórica compartida. José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, admitió que el pasado “tuvo claroscuros” y afirmó que reconocerlo “es justo y necesario”. “Como toda historia humana, tiene momentos luminosos y otros injustos. Hubo dolor, y debemos lamentarlo. Es parte de nuestra historia compartida. No podemos negarla ni olvidarla”, declaró.

Las palabras de Albares fueron pronunciadas durante la inauguración de la exposición La mitad del mundo. La mujer en el México indígena, organizada en cuatro sedes emblemáticas de Madrid: el Museo Arqueol

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