El 'pound cake', o traducido al español pastel de libra, es un postre clásico que fácilmente puede convertirse en uno de tus favoritos. Esta receta da como resultado un bizcocho suave, esponjoso y muy sabroso.

Este dulce procede del mundo anglosajón y su origen se remonta alrededor del siglo XVIII. Sin embargo, no fue hasta el año 1747 que la receta quedó registrada por primera vez en un libro de cocina inglés titulado ' The Art of Cookery ', escrito por Hannah Flasse.

El nombre 'pastel de libra' proviene precisamente de la medida inglesa 'pound', ya que tradicionalmente la receta se elabora utilizando una libra de cada uno de sus ingredientes principales. Este delicioso bizcocho tan solo requiere de cuatro ingredientes básicos que, seguramente, encontrarás en tu frigorífico y en tu despensa: harina, azúcar, mantequilla y huevos.

Además, no es necesario utilizar levadura para esta receta, pues la esponjosidad del bizcocho se logra al montar las claras de huevo al baño maría. Estas generan una infinidad de burbujas de aire que aportan una textura ligera y esponjosa tan característica del 'pound cake'.

En cuanto a su preparación, este bizcocho se hornea tradicionalmente en un molde rectangular y alargado, similar al del pan, aunque también puede elaborarse en un molde con forma de rosca, con un agujero en el centro.

Tantos nombres como países

El 'pound cake' es conocido en distintos lugares del mundo con varios nombres: bizcocho de libra, cuatro cuartos, 'quatre quarts' o panqué. Esta diversidad de denominaciones refleja su versatilidad, ya que la receta varía según el país o la región.

Por ejemplo, en Francia se conoce como 'quatre-quarts', que significa cuatro cuartos. En la zona francófonas del Caribe le añaden plátano o, en ocasiones, ron para consumirlo en Nochebuena.

En México, el 'pound cake' se llama panqué y, aunque mantiene la esencia de la receta tradicional, suele incorporar variantes como nueces o pasas. En Colombia, por su parte, este postre recibe el nombre de ponqué y suele empaparse en vino y cubrirse con una cobertura de crema o azúcar.

Finalmente, en Alemania, el término 'Rührkuchen' se utiliza para referirse a cualquier pastel cuya masa lleve estos cuatro ingredientes fundamentales: harina, mantequilla, azúcar y huevos.

Receta del 'pound cake'

´Pound cake´

Esta receta es muy fácil de preparar y el resultado es un bizcocho esponjoso, suave y delicioso, ideal para acompañar con una infusión o un chocolate caliente durante estas tardes de otoño. Además, su elaboración no requiere de experiencia previa en repostería, por lo que cualquiera puede disfrutar elaborándola en casa.

En total, necesitaremos aproximadamente una hora entre la preparación y la cocción. Debemos respetar las cantidades exactas porque será la clave para obtener un bizcocho compacto y equilibrado. A continuación, detallamos los ingredientes necesarios para elaborar esta receta para diez personas:

  • Cuatro huevos, pesados sin la cáscara, unos 250 gramos
  • 250 gramos de azúcar
  • 250 gramos de mantequilla
  • 250 gramos de harina

En primer lugar, precalentaremos el horno a 180 grados, asegurándonos de que alcance la temperatura adecuada antes de introducir la masa. A continuación, cascaremos los huevos en un bol y los pesaremos en una báscula de cocina para obtener exactamente 250 gramos. Mientras tanto, colocamos el bol en el que vayamos a montar los huevos sobre otro recipiente con agua caliente del grifo, lo que ayudará a que adquieran una textura más esponjosa.

Del mismo modo, debemos tener en cuenta que los demás ingredientes se pesen con precisión para lograr un equilibrio perfecto en la mezcla. Seguidamente, derretimos la mantequilla en el microondas durante unos segundos, la dejamos templar y la reservamos. Por otro lado, tamizamos la harina dos o tres veces con el fin de obtener una textura ligera y sin grumos.

Después de unos siete minutos de batir los huevos al baño maría, añadimos el azúcar y lo mezclamos con ayuda de un tenedor o una varilla eléctrica hasta conseguir una masa de gran volumen y de color blanco cremoso. Sabremos que está lista cuando, al levantar un poco de mezcla con el tenedor, caiga formando una fina línea continua sobre el resto.

A continuación, incorporamos de golpe la mantequilla derretida al montado. Y mezclamos bien para que se integren todos los ingredientes, con movimientos suaves y constantes. Es fundamental realizar este paso con delicadeza, ya que de ello depende que el bizcocho conserve su esponjosidad.

Después, añadimos la harina tamizada poco a poco, integrándola con paciencia hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. Mientras tanto, preparamos el molde rectangular apto para horno, forrándolo con papel vegetal para evitar que la masa se pegue. Vertemos la mezcla con cuidado, nivelándola con una espátula para que se distribuya uniformemente.

Finalmente, introducimos el molde en el horno precalentado a 180 grados y dejamos cocer durante media hora aproximadamente. Es muy importante no abrir la puerta del horno durante su cocción para evitar que el bizcocho pierda volumen.

Transcurrido el tiempo indicado, abrimos ligeramente la puerta y pinchamos con un tenedor o un palillo en el centro: si sale limpio, estará en su punto; de lo contrario, lo dejamos cinco minutos más.

Cuando esté listo, lo sacamos con cuidado del horno, lo desmoldamos y lo colocamos sobre una rejilla o un plato para que se enfríe completamente. Así obtendremos un bizcocho esponjoso con tan solo cuatro ingredientes para disfrutar en cualquier momento del día.