El 15 de septiembre pasado, The New Yorker publicó un extenso y bien documentado artículo de D. T. Max sobre la Sagrada Familia, a pocos meses del centenario de la muerte de Antoní Gaudí.

La nota en cuestión se plantea el siguiente interrogante: “ ¿es la Sagrada Familia una obra maestra o un monumento kitsch? ”. A fines de octubre, además, ha coseguido otro título: es oficialmente la iglesia más alta del mundo , tras completarse, con una nueva pieza, otra etapa de la construcción de su torre central.

Según informó el templo en un comunicado, la catedral se eleva ahora 162,91 metros sobre Barcelona , superando por poco la altura de la Ulmer Münster, la iglesia luterana gótica de Ulm, Alemania, que ostentaba el récord con 161,53 metros.

Vista de la maqueta del capitel de la tor

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