El Banco Central Europeo ha movido ficha en uno de los proyectos más sensibles de su historia reciente. Tras dos años de preparación, el organismo ha decidido pasar a la siguiente fase del euro digital , la iniciativa con la que busca adaptar el dinero público a la era de los pagos electrónicos. No es un lanzamiento, ni una decisión definitiva: si la normativa europea se aprueba en 2026, habrá un piloto a partir de 2027 y el Eurosistema quiere estar listo para una posible primera emisión en 2029.

La decisión llega tras una etapa de preparación iniciada en noviembre de 2023 , en la que el BCE y los bancos centrales nacionales definieron los pilares técnicos y operativos del proyecto. En estos dos años se avanzó en el borrador del reglamento operativo, en la selección de proveedores t

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