A las ocho de la mañana del 28 de octubre, escuché en Onda Cero a Carlos Alsina, que entrevistaba a una anciana de 92 años, Asunción de nombre, en su casa sita en un pueblo valenciano afectado por la dana. Su vivienda quedó gravemente dañada por la inundación. Lúcida y discreta, Asunción respondía a las preguntas con naturalidad, precisión y modestia. Ni una mala palabra, ni una queja, ni una recriminación. Alsina preguntaba también a una nieta y al vecino que salvó de perecer a Asunción, rescatándola de su casa, en la planta baja, y llevándola a la suya, más alta. Asunción perdió todo lo que tenía en su vivienda, que, junto con el piso destrozado, era todo lo ganado en una vida de trabajo.

Hoy, el piso ya está limpio y en orden. Alsina, que había estado también allí hace un año y por eso

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