El académico de Yale y Harvard, Robert Klitgaard resumió la corrupción en una simple ecuación: Corrupción = monopolio + discrecionalidad – transparencia. Es decir, a más monopolio y discrecionalidad en lo público, mayor corrupción; y a más transparencia o “accountability”, menos corrupción. Como complemento, propongo restar la sanción social: el repudio colectivo que aísla al corrupto y que también desalienta la corrupción. Esta fórmula debería guiar a toda democracia liberal en la lucha contra la corrupción, abriendo camino hacia una sociedad más libre. Una lógica similar aplica a la urgencia de reducir trámites, trabas y regulaciones indeseadas que complican la vida de ciudadanos y empresarios.

Pensemos en los engorrosos permisos de entidades como Invima, Ica, notarías, cámaras de comer

See Full Page