NUEVA YORK (AP) — A medida que el costo de la electricidad supera a la inflación y los veranos se vuelven más mortales, los defensores de los consumidores advierten sobre los riesgos para las personas de bajos ingresos en Estados Unidos que no pueden pagar aire acondicionado constante en medio de temperaturas peligrosas.
Aunque cerca de la mitad de los estados del país ofrecen protecciones contra los cortes eléctricos durante episodios de calor extremo, el resto no lo hace. En contraste, 41 estados tienen “reglas de clima frío”, las cuales les prohíben a las empresas de electricidad cortar el suministro de calefacción doméstica durante los meses sumamente fríos. El Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos (LIHEAP, por sus siglas en inglés) proporciona fondos para grupos vulnerables a los que se les dificulta pagar las facturas de calefacción en el invierno, pero el programa tiene menos fondos disponibles para satisfacer las crecientes necesidades de los consumidores en los meses de verano.
Shylee Johnson, una residente de Wichita, Kansas, de 27 años de edad, vio de primera mano la protección que el Programa de Asistencia Energética para Personas de Bajos Ingresos (LIEAP, por sus siglas en inglés) implicó para su comunidad durante los tres años que trabajó como administradora de casos para familias atrasadas en el pago de las facturas de servicios públicos.
“Fue increíble para mantener el suministro de electricidad de los usuarios en el invierno”, dijo sobre el programa, que subsidia los costos para los hogares que no pueden pagar los gastos de los servicios públicos que reciben. “Las familias tenían que decidir entre pagar su factura de calefacción u otra factura, y esto eliminó el tener que tomar esa decisión”.
Sin embargo, Johnson dijo que en el verano ha visto cómo los pagos atrasados o la falta de pago de servicios públicos pueden derivar en el corte de la electricidad y servicios vitales, a pesar de que el aire acondicionado se ha vuelto cada vez más esencial para la salud y el bienestar de las familias.
“Es aterrador”, lamentó. “Hay una ‘regla de clima frío’: en temperaturas bajo cero, no te pueden cortar el suministro de calefacción. Pero en Kansas no hay un equivalente para el verano”.
Frecuentemente, los clientes que Johnson atendía eran los más vulnerables, incluidas familias con niños pequeños, mujeres embarazadas y personas con familiares enfermos o discapacitados, incluidos algunos que necesitan electricidad para operar equipos médicos esenciales en sus hogares. En ocasiones, el LIHEAP también proporciona unidades de aire acondicionado en el verano para hogares que no pueden darse el lujo de comprar sus propias unidades.
Estudios recientes muestran que el calor extremo en el verano es ahora la principal causa de muertes relacionadas con el clima, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Se trata de más fallecimientos que los resultantes del frío extremo en el invierno u otras emergencias climáticas, como huracanes o tornados. La frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor extremas han aumentado significativamente en las últimas décadas, según la EPA, y el apoyo insignificante para los hogares de bajos ingresos contribuye al peligro.
En 2023, los certificados de defunción de más de 2.300 personas que murieron en el verano mencionan los efectos del calor excesivo, el número más alto en 45 años de registros, según un análisis efectuado por The Associated Press de los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Y esa cifra es sólo una fracción del número real de muertos, según registros forenses, hospitalarios y de ambulancias, también analizados por la AP.
A nivel nacional, el costo de la electricidad ha aumentado al doble del ritmo del costo promedio de la vida, lo que agrava el problema.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética (NEADA, por sus siglas en inglés), que representa a los directores de programas estatales del LIHEAP, casi el 20% de las familias de muy bajos ingresos carecen de acceso constante al aire acondicionado. En la actualidad, 26 estados y el Distrito de Columbia ofrecen asistencia con las facturas de electricidad durante el verano, mientras que 21 estados y el D.C. tienen políticas que protegen a las familias de bajos ingresos de ser desconectadas de los servicios públicos durante los meses de verano.
Aún así, cerca del 85% de los recursos del LIHEAP se utilizan para calefacción durante el invierno, lo que deja poco apoyo para los hogares que requieren aire acondicionado, según Mark Wolfe, director ejecutivo de la NEADA.
“Reglas que se escribieron hace treinta años, que eran adecuadas para el invierno, no son adecuadas para el verano”, apuntó. ”¿Cómo protegemos a los hogares vulnerables tanto en periodos de calor extremo como de frío extremo? Las reglas no se han actualizado”.
Karen Lusson, abogada sénior del National Consumer Law Center —un organismo sin fines de lucro para la defensa del consumidor—, quien se enfoca en la asequibilidad de la energía y los servicios públicos, asegura que muchas muertes por calor extremo en los meses de verano pueden prevenirse.
“La impresión que todos hemos tenido es que el clima es más peligroso en invierno”, señaló. “Ya no es así”.
Si bien el gobierno del presidente Donald Trump despidió a todo el personal del programa LIHEAP en abril, Wolfe y Lusson esperan que el Congreso apruebe un poco más de fondos para el programa en otoño, en comparación con el año fiscal anterior, según indicaron.
Para proteger a los hogares durante los veranos cada vez más calurosos, Lusson recomienda que las personas se informen sobre cuáles son sus derechos cuando se trata de cortes en los servicios públicos. Las comisiones estatales de dichos servicios, que los regulan, dictan las normas locales. Para encontrar cuál es la comisión que le corresponde, consulte el sitio web gubernamental operado por la asociación nacional de comisiones reguladoras, que tiene una herramienta de búsqueda estado por estado.
Lusson también alienta a las personas a investigar si las protecciones de su estado se basan en el calendario o en la temperatura, lo que puede representar una diferencia en la planificación. Mientras que algunos estados prohíben los cortes de servicios durante ciertos meses del año, otros basan las protecciones en la temperatura de un día determinado o en la presencia de una advertencia de calor. El LIHEAP tiene un sitio que cuenta con un desglose de las políticas de cada estado al respecto.
Algunas oficinas de fiscales generales estatales también cuentan con oficinas de servicios públicos que abogan en nombre de los consumidores, apuntó Lusson.
Por último, puede ser útil determinar si su empresa de servicios públicos ofrece tasas de descuento o planes de pago basados en un porcentaje de los ingresos con el fin de ayudar a pagar las facturas de electricidad. Tanto los sitios web de las comisiones como los de empresas de servicios públicos tienen información específica sobre cómo acceder a la asesoría de LIHEAP y sobre si la propia empresa de servicios públicos ofrece asistencia o no.
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