“A mí no me ha extrañado lo que dijo de Franco”. Son las palabras de un medido José Luis Rodríguez Zapatero sobre las memorias del rey emérito. Al expresidente del Gobierno no le han pillado de nuevas porque durante sus dos mandatos tuvo conversaciones con Juan Carlos I que le permitieron conocerle. Lo que ha revelado el socialista en un desayuno en el Ateneo es que le notó “incómodo” en los despachos que se produjeron cuando el Gobierno tramitaba la ley de memoria histórica de 2007.
“En alguna conversación, se lo agradezco, me contó anécdotas. Cuando estábamos con lo de la ley de memoria histórica, esos días le notaba un poco incómodo en los despachos”, ha revelado Zapatero, que le dijo que no se preocupara. “Él me comentaba: tú sabes quién me puso a mí”. “Todos le conocemos como es él en eso. Es muy sincero, aunque no nos guste la sinceridad expresada”, ha señalado Zapatero, que ha asegurado que no va a “enmendar” su relación con el exjefe del Estado, de quien ha dicho que se portó bien con él “en lo personal”.
“Pero en la tarea global, colectiva, de un rey esperas institucionalidad”, ha dicho el expresidente, que ha evitado la crítica abierta a Juan Carlos I aunque ha admitido que “esas memorias van a corroborar que el rey Felipe está mejorando a Juan Carlos I” y ha mostrado el deseo de que Leonor “mejore” a su padre.
Opciones de gobernar
Durante el desayuno, Zapatero ha defendido a capa y espada la labor de Pedro Sánchez y, con su optimismo habitual, se ha mostrado convencido de que “el PSOE está en condiciones de disputar de manera bastante razonable el volver a gobernar en España en las próximas elecciones”. “No creo que eso vaya a cambiar”, ha respondido en referencia a los casos de corrupción que afectan a José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán justo el día que el Supremo ha decidido enviar a juicio la causa de las mascarillas del Ministerio de Transportes. “Les cesó”, ha dicho el exdirigente socialista, que considera que Sánchez asumió así su responsabilidad política.
Como negociador con Carles Puigdemont en la última etapa, ha querido ser discreto para no romper la confianza con sus interlocutores. Sí ha reconocido que en un cena en Suiza le transmitieron la decisión de romper con el Gobierno unos días antes de hacerla pública, es decir, que el Gobierno tuvo conocimiento antes. También considera que el encarcelamiento de Cerdán ha afectado a las relaciones. “No creo que de manera definitiva, pero es verdad que Santos había cuajado una confianza muy intensa con los dirigentes de Junts. Yo tenía un papel diferente. Él había cuajado una relación intensa. No digo que determinara. ¿Que ha influido? Sí”, ha dicho en el diálogo moderado por Esther Palomera (elDiario.es), Lucía Méndez (El Mundo) y Guillermo Lerma (Cadena SER).
Aunque ha dicho que ni el ejecutivo debe criticar al judicial ni el judicial al legislativo, ha mostrado su defensa a la aplicación de la ley de amnistía de manera completa ante la negativa del Supremo a aplicársela a Puigdemont en el ámbito de la malversación. “Deseo que ese recurso de amparo sea tenido en cuenta. El espíritu de la ley de amnistía es claro: es amnistiar todos los supuestos”, ha afirmado antes de advertir de que ese será un “momento importante”. “Estoy deseando hablar con Puigdemont, no en Suiza, sino en Girona o donde sea. Me parece que es convivencia pacífica”, ha rematado.
Zapatero ha dicho que hay que “desdramatizar” la actual situación política en España y ha asegurado que en todas las democracias y en todas las épocas hay hechos similares. Lo que sí ha dicho que es “excepcional” es el juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, aunque ha apelado a la prudencia respecto a la resolución. Así, ha recordado que el estatuto de la Fiscalía establece el “mandato de explicar e informar a la ciudadanía sobre su tarea” y considera que se ha producido un “choque de visiones” respecto a los que creen que hubo una filtración.
También ha explicado que no conoce mucho al fiscal general pero que se tomó dos cafés largos con él. “Me parece que cuando alguien está tan convencido, con tal naturalidad, de su completa inocencia me parece que hay un derecho democracia también a defender tu posición”, ha contestado a la pregunta de si tendría que haber renunciado al cargo.
A quien sí ha criticado es a Carlos Mazón, justo el día de su dimisión en diferido: “El PP está gestionando la crisis política en Valencia igual que gestionó la dana”. “Hace tiempo debía haber asumido la responsabilidad y haber dedicado todo el esfuerzo político al acompañamiento de las víctimas”, ha apuntado sobre Mazón: “El otro día, en el funeral, lo pasé mal. Había en el ambiente un dolor, un duelo no consumado y a eso hay que dedicarle tiempo y esfuerzo”. Zapatero considera que la situación es como para que haya elecciones y descarta que el PSOE le dé sus votos al PP para impedir que gobierne gracias a Vox: “Si hay una circunstancia en la que el PP no se merezca eso es ésta”.
Zapatero ha instado a tomar nota de las catástrofes para intentar mejorar la respuesta y, en concreto, se ha referido a la UME que se ideó con él en el Gobierno a partir de una nevada, según ha contado, y que fue muy criticada por el PP. Así, ha apostado por “duplicar el número de efectivos” de la UME y cambiar el modelo para que no sean las comunidades las que tengan que hacer la solicitud porque, ha explicado, que no lo hacen rápido porque es como “reconocer su impotencia”: “Tenemos que darle una vuelta”.
“¿Trabajo para el Gobierno chino? No”
Preguntado por si es un lobbista del Gobierno chino, ha negado la mayor. “Tengo una relación con el Gobierno chino, como con otros muchos gobiernos. No estoy en el Comité Central del Partido Comunista Chino, ni tengo otro cometido”, ha ironizado. “Defiendo las buenas relaciones con China. Es una gran potencia, defiende el multilateralismo, no trata de hacer política imperial, económicamente nos interesa”, ha aseverado antes de admitir que viaja con frecuencia a ese país y que imparte conferencias. “¿Trabajo para el Gobierno chino? No”, ha sentenciado Zapatero, que también ha renegado de las supuestas investigaciones que le afectan por intereses en petróleo: “Me parece todo una broma”.
El expresidente ha admitido que tiene buena relación con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, pero ha negado haber tenido algo que ver con el polémico viaje que le llevó a aterrizar en España y a que José Luis Ábalos acudiera al aeropuerto. “Pasó lo que todos sabemos. Vino invitada a una circunstancia ocasional sin ningún fin (...). Lo que pasó es que nadie se apercibió de que la sanción estaba ahí. Como nunca se había aplicado y cuando salta todo el mundo se da cuenta”, ha expresado: “Creo que se acerca bastante a la realidad de las cosas. Cuenta más el azar en la historia que la conspiración”.

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