Las empresas de transporte público en Callao, Ventanilla y Mi Perú han convocado a un paro regional para este lunes 3 de noviembre. Esta medida es una respuesta a la creciente ola de extorsiones y asesinatos que afecta a choferes, cobradores y empresarios del sector.

Un dirigente chalaco, que prefirió mantener su identidad en reserva por temor a represalias, expresó: “Nos hemos cansado de las promesas. Lima levanta sus medidas, pero aquí seguimos pagando cupos y enterrando compañeros.” La situación se ha vuelto más urgente, ya que en lo que va del año, Callao ha registrado 165 homicidios, según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). La mayoría de estos crímenes están relacionados con el cobro de cupos y ajustes de cuentas entre bandas criminales, como Los Malditos de Gambetta.

La convocatoria cuenta con el respaldo de gremios de mototaxistas, comerciantes y colectivos vecinales. El objetivo es visibilizar una demanda que ha sido ignorada por las autoridades: la falta de estrategias eficaces para combatir el crimen organizado. Jean Villanueva Herrera, activista por los derechos de las víctimas de extorsión, hizo un llamado a la población a unirse a la movilización. “Esta no es una lucha más. Es el grito del puerto que nunca se doblega. Es la voz de quienes mueven la economía con su esfuerzo diario,” afirmó.

El paro comenzará a las 8:00 a.m. y tendrá dos puntos de concentración: la Plaza Cívica de Ventanilla y el cruce de las avenidas Faucett con Venezuela, conocido como el Cañón de los Héroes. Esta protesta se produce un día después de un nuevo atentado contra la empresa HRE Express, anteriormente conocida como Orión. Sus vehículos fueron atacados a balazos por individuos en moto, quienes dejaron un mensaje amenazante exigiendo dinero. Aunque no hubo heridos, el incidente ha incrementado la tensión entre los trabajadores del sector.

Además, el martes 4 de noviembre, se llevará a cabo un paro de transportistas en Lima, anunciado por Martín Ojeda, vocero de Transporte Urbano (TU), en respuesta al asesinato de un chofer en el Callao. La situación en la región sigue siendo crítica, y la comunidad exige acciones concretas para garantizar su seguridad y bienestar.