El dulce de membrillo es un postre muy versátil, ya que puede encontrarse en diferentes preparaciones, desde galletas y tartas hasta maridajes con queso. También se puede disfrutarse solo —cortado en trozos o en lonchas—, o acompañado de otros ingredientes.
Tradicionalmente, este dulce se prepara cuando las temperaturas comienzan a bajar, pues la cosecha del fruto del membrillo tiene lugar durante el otoño y se extiende hasta febrero. Asimismo, este dulce recibe distintos nombres según el país o la región: codoñate, membrillate, carne de membrillo, ate en México o machaco de membrillo en Perú.
En cuanto a su origen, el árbol de membrillo proviene del Cáucaso y Anatolia. Con el paso del tiempo, los griegos y los romanos introdujeron este fruto a la península ibérica, donde solían consumirlo cocido y endulzado con miel. Además, en aquella época también se utilizaba para preparar un licor que llevaba orujo y vino tinto.
El membrillo presenta un aspecto similar a una mezcla entre manzana y pera, aunque de mayor tamaño, y con una forma redondeada y un poco alargada. Proviene del árbol cydonia, una especie de las plantas arbóreas pertenecientes a la familia de las rosáceas. Se trata de un árbol frutal de tamaño mediano que, a simple vista, recuerda al manzano y al peral.

El fruto posee una piel de tono amarillo dorado y una carne blanca y dura, que se ablanda durante la cocción mientras desprende un aroma intenso y un sabor dulce. En su interior contiene pequeñas pepitas de color marrón.
Para elaborar esta receta puedes conseguir membrillos en cualquier supermercado o mercado local. Lo mejor de preparar el dulce en casa es que puedes seleccionar personalmente la calidad de los ingredientes y disfrutar del proceso. En el momento de elegir los frutos, asegúrate de que la piel sea dura, lisa y de color amarillo uniforme, sin manchas o picaduras y que desprendan un aroma agradable. Con este ingrediente en nuestra cesta podremos elaborar la siguiente receta.
Receta de dulce de membrillo
Puede convertirse en una costumbre elaborar dulce de membrillo durante la época de otoño e invierno. Además, no es necesario tener experiencia previa en repostería para hacerlo.
En total, necesitaremos aproximadamente una hora entre la preparación y la cocción, aunque se debe dejar reposar la fruta durante ocho horas o una noche entera. A continuación, detallamos los ingredientes necesarios para elaborar esta receta para seis personas:
- Un kilo de membrillo o cuatro o cinco unidades
 - 400 gramos de manzanas, unas dos manzanas
 - Tres tazas y media de azúcar o unos 750 gramos
 - Una cucharada o 15 mililitros de zumo de limón
 - Una canela en rama
 - Dos cucharadas de vino blanco o 30 mililitros
 
Con todos los ingredientes preparados, ya podemos ponernos manos a la obra. En primer lugar, lavamos bien los membrillos bajo un chorro de agua fría. A continuación, los secamos cuidadosamente con papel de cocina. Seguidamente, los pelamos y troceamos con ayuda de un pelador o un cuchillo, desechando la piel y las pepitas de su interior. Del mismo modo, realizamos este proceso con las manzanas, les quitamos el tallo, la piel y el corazón con sus pepitas y las cortamos en trozos medianos.

Después, colocamos la fruta troceada en una cazuela amplia, la cubrimos con azúcar y añadimos zumo de limón. Luego, tapamos la cazuela con el paño limpio o con su tapadera y la dejamos reposar la mezcla durante unas ocho horas o, preferiblemente, toda la noche.
Transcurrido ese tiempo, notaremos que la fruta ha soltado parte de su agua natural. Entonces, colocamos la cazuela a fuego medio y añadimos la ramita de canela. Una vez que comience a hervir, incorporamos el vino blanco y dejamos que el alcohol se evapore por completo. Conviene remover de vez en cuando para integrar bien todos los ingredientes.
A continuación, bajamos el fuego al mínimo y seguimos removiendo con frecuencia, utilizando una cuchara de madera para evitar que la mezcla se pegue a los bordes o al fondo de la cazuela. Hay que tener precaución, ya que las salpicaduras pueden quemar.
Poco a poco, el membrillo irá deshaciéndose y adquiriendo su tono rojizo característico. Cuando observemos que la fruta está completamente blanda, retiramos la rama de canela con unas pinzas o un tenedor, con cuidado de no quemarnos.
Debido a la textura grumosa de la mezcla, utilizamos una batidora para triturarla hasta obtener un puré muy fino y homogéneo. Luego, continuamos la cocción unos minutos más, sin dejar de remover.
Sabremos que el dulce está en su punto cuando, al colocar una cuchara de madera en el cetro de la cazuela, esta se mantiene en pie sin caerse. Ese será el momento de retirar del fuego y verter rápidamente la mezcla en los recipientes elegidos.
Si deseas obtener el clásico formato rectangular, utiliza un molde alargado. Finalmente, dejamos enfriar por completo, cubrimos la superficie con un poco de papel vegetal, tapamos bien y guardamos en el frigorífico hasta el momento de servir.

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