Una especie que puede parecer adorable estaría cambiando , contaminando la Antártida , según recientes estudios de científicos españoles. Sin duda alguna, habrá llegado este momento de empezar a prepararse para lo peor. Con la mirada puesta a una serie de cambios que pueden acabar siendo los que nos dejen un planeta con una serie de elementos que pueden acabar marcando una diferencia del todo importante en estas próximas jornadas que tenemos por delante.

Estos científicos españoles pueden acabar siendo los que nos hagan reflexionar sobre la importancia de determinadas situaciones que pueden acabar siendo los que nos marcarán de cerca. Es hora de saber en todo momento qué puede pasar en una de las zonas del planeta en las que la contaminación puede acabar siendo un problema más grave de lo esperado. Estaremos muy pendientes de un giro radical que puede acabar siendo el que nos haga reflexionar sobre lo que tenemos por delante. Los expertos no dudan en señalar cada cambio en un exterior del que podemos empezar a descubrir una serie de novedades importantes. Empezando por una parte del planeta que parece escondida, pero es más vital de lo que pensábamos.

Lo impensable lo descubren los científicos españoles

La ciencia en España está avanzando y lo hace de tal forma que deberemos empezar a prepararnos para un importante cambio de tendencia que puede acabar siendo lo que nos afectará de lleno. Es hora de apostar claramente por un giro radical que hasta el momento no esperaríamos.

Es hora de saber qué es lo que puede pasar en estos días que hasta el momento de saber qué es lo que puede pasar en estos días en los que quizás hasta el momento no sabíamos. Estaremos pendientes de un giro radical que puede acabar siendo esencial para todos.

La Antártida es un lugar que, aunque parece despoblado, nos ofrece una serie de detalles que pueden acabar generando más de una sorpresa del todo inesperada. Tenemos que apostar claramente por un giro de guion que podría acabar siendo el que nos acompañará en estos días que tenemos por delante.

Es hora de conocer de nuevo qué es lo que nos estará esperando cuando vivimos en un planeta que hasta la especie más adorable puede acabar siendo un problema para todos. Con ciertas novedades que hasta el momento no sabíamos que podrían ser tan radicales.

Una especie adorable estaría contaminando la Antártida

Tal y como explican en un reciente estudio del CSIC: «Personal investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) en colaboración con colegas de las universidades de Santiago de Compostela, Barcelona y Oviedo, han documentado la presencia y el origen de diversos contaminantes en los suelos de colonias de pingüinos recogidos en las islas Livingston y Decepción, al noroeste de la península Antártica. Los resultados del estudio, publicados en la revista Geoderma, mostraron un enriquecimiento significativo en nutrientes, metales como cobre (Cu) y zinc (Zn) y compuestos orgánicos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs). El equipo científico concluye que los pingüinos actúan como vectores biológicos capaces de transferir contaminantes desde el medio marino hacia los ecosistemas terrestres antárticos. Asimismo, identifican múltiples orígenes para estos contaminantes: la propia actividad biológica de las aves, la influencia de la actividad volcánica en la isla Decepción y, en menor medida, la actividad humana vinculada a bases científicas y turismo».

Siguiendo con la misma explicación: «En algunos puntos los niveles de estos metales superaron los valores de referencia internacionales . Aunque los suelos parecen soportarlos sin efectos inmediatos, “si se filtran hacia riachuelos o aguas costeras, podrían afectar a organismos acuáticos extremadamente sensibles, como el plancton, base de la cadena alimentaria marina”, señala Begoña Pérez, primera autora del estudio e investigadora del Centro Oceanográfico de Vigo del IEO-CSIC. El estudio también detectó la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs), compuestos contaminantes que en otras partes del mundo suelen estar asociados a la quema de combustibles fósiles o procedentes del petróleo. Sin embargo, en la Antártida la situación es diferente: en la isla Decepción los PAHs provienen, en gran medida, de la intensa actividad volcánica registrada en los últimos siglos, mientras que en Livingston están más vinculados al guano de las aves. “Aunque las concentraciones halladas no alcanzan niveles de alarma y son entre 50 y 1000 veces inferiores a los que generan efectos tóxicos en los organismos marinos, la investigación rompe con la idea de que la Antártida es un entorno inalterado”, señala Begoña Pérez. Además, el aumento de precipitaciones y el deshielo del permafrost debido al cambio climático, podrían movilizar los metales y contaminantes acumulados en los suelos y el guano, trasladándolos a lagos y zonas costeras, donde pueden resultar dañinos para especies sensibles y alterar las cadenas tróficas polares. “Los pingüinos son esenciales para el equilibrio de la vida en la Antártida, pero también pueden convertirse en una fuente natural de contaminación en un ambiente extremadamente frágil”, señala el profesor X.L. Otero, catedrático de la Universidade de Santiago e investigador del Centro de Investigación Interdisciplinar en Tecnoloxías Ambientais da USC (CRETUS) y coordinador del estudio».