Como almas gemelas, andan armando bochinche en el centro y oriente de Venezuela.

Para algunos fingido, para otros natural, lo cierto es que es la nueva forma de hacer política.

En vez de las caras serias de difuntos lideres como el revolucionario Fidel Castro o el sobrio Rafael Caldera, decidieron sonreír.

De todo hacen un chiste y andan más pendientes de una travesura de muchacho o una jugarreta de niños, que de un discurso magistral o una perorata aburrida.

No pueden ver una cámara porque se les activa el modo humorístico y empiezan a inventar, a ponerse creativos.

Lacava lleva años en eso, Rodríguez Santaella apenas comienza; aquel lideró las encuestas para la presidencia, de este se dice que será el próximo gobernador del Delta.

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