Al término de un conocido proceso guiado por la diplomacia marroquí, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado viernes una resolución, auspiciada por Estados Unidos y tácitamente aceptada con su abstención por Rusia y China, que supone la aceptación del plan de Rabat frente a la anterior posición defendida por el Frente Polisario, y apoyada por España hasta hace tres años. «La auténtica autonomía bajo la soberanía marroquí constituye una solución sumamente factible», se lee en el texto de la resolución.
Lo ocurrido no ha generado sorpresa puesto que el proceso en esta dirección estaba en marcha desde hace tiempo y de manera irreversible, razón por la que el Gobierno español, en un rapto de realismo político, decidió poner fin a la dilatada diplomacia romántica que había practicad

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