El día que nacemos es una fecha de alegría y felicidad. Estamos rodeados de amor, seguridad, afecto, promesas, e infinidad de elementos que nos colocan como el epicentro de todos los buenos deseos que puedan existir para el recién nacido. Y esa es la bienvenida que nos dan a la vida.

En nuestro desarrollo evolutivo, vamos descubriendo al mundo real, empezamos a desprendernos de muchas fantasías que se crean a nuestro alrededor, pues iniciamos el proceso de despegue de la tutoría de nuestra familia y de la irresponsabilidad de la niñez.

Y así, luego de vivir grandes experiencias y aventuras maravillosas, y de recibir todos los apoyos necesarios para avanzar en la vida, llega el momento de tomar grandes decisiones como la de iniciar la ruta hacia nuestra propia vida. La que nos corresponde

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