La pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador , ha reiterado en el Tribunal Supremo que nunca supo que su abogado había confesado dos delitos de fraude fiscal en su nombre y se ha presentado como una víctima: “Nunca participé en ningún correo, no tenía conocimiento, para mí fue sorpresa”, ha dicho. El fiscal general, ha añadido, le ha “matado públicamente” al pasar a ser considerado, tras la filtración, “el delincuente confeso del reino de España”. “Entre la nota de la Fiscalía y la publicación de email pasé a ser el delincuente confeso del reino de España. Estaba muerto. El fiscal general me había matado públicamente. Nadie es consciente del año que se me ha producido”, ha dicho a preguntas de su abogado.

González Amador, denunciante en este caso y procesado por fraude fiscal en un juzgado, ha comparecido en la misma línea que ya desarrolló en fase de instrucción ante el juez Ángel Hurtado: que la filtración le ha arruinado la vida y que él, además, ni siquiera participó en la elaboración de su propia oferta de pacto.

El empresario ha incidido en una información que el tiempo ha demostrado que no es verdadera: “Tenía la intuición de que ellos sabían quién era”, ha dicho sobre la inspección de Hacienda que puso en marcha el caso contra él por fraude fiscal. “Intuyo que ellos igual sí saben quién soy, soy la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, les dije que no quería que eso le pudiera perjudicar a ella” y pidió a sus abogados solucionar el caso con un método “rápido y sin ruido”.

“Me dijeron claramente que para llegar a una conformidad tenía que estar de acuerdo la Fiscalía y la Abogacía del Estado”. “Si conformas, conformas”, le dijeron sus asesores cuando preguntó si aun así podría defender su inocencia. En su declaración ante el juez Ángel Hurtado fue mucho menos claro y afirmó que su abogado no le había explicado que estaba aceptando cárcel en su nombre. “Para mí fue sorpresa”, ha añadido hoy en el juicio. “Nunca participé en ningún correo, mi abogado nunca me mandó ningún correo, no tenía conocimiento de nada”.

“La columna vertebral de mi vida es que soy un delincuente confeso”, ha lamentado González Amador cuando ha explicado los efectos que ha tenido para él que trascendiera su confesión. “Todo el cuerpo fiscal iba a por mí”, ha aseverado. El empresario ha relatado “un destrozo, de proveedores, de clientes que tenían un contrato firmado. La pena económica y social que he tenido nadie se hace a la idea”. “No puedo conformar ni pelear como un ciudadano normal”, ha insistido.

González Amador ha declarado minutos después de que el jefe de gabinete de su pareja, Miguel Ángel Rodríguez , haya hecho una defensa cerrada de todos los bulos que ha lanzado sobre su caso en el último año y medio y ha atacado también a elDiario.es por considerarlo un periódico “izquierdista”.

El empresario y comisionista también ha cargado durante el interrogatorio contra el fiscal Diego Lucas, quien dirige la acusación contra él en la causa por fraude fiscal. Le ha acusado de “destrozar el proceso de conformidad” e incluso ha afirmado que sus abogados le dijeron que él les había dicho que él tenía “mano” con el PSOE, que ejerce la acusación popular en esa causa.

Esta mañana, el fiscal Lucas ha comparecido en el juicio y ha relatado las maniobras de la defensa de González Amador para “retrasar” la investigación cuando la jueza abrió una pieza separada para indagar su relación con Quirón.

Lucas ha relatado la “relación cordial” mantenida en todo momento con los abogados de González Amador y ha negado haber recibido instrucción alguna para no evitar un pacto. Ha explicado que cuando asumió el caso en abril de 2024 mantuvo conversaciones con la defensa del empresario para acordar una posible conformidad y que el abogado Carlos Neira le llegó a enviar varias propuestas, si bien ha mantenido que él evitaba responder por escrito para evitar que se pudiera hacer “un uso torcido” de sus mensajes.

No obstante, ha detallado que cuando la jueza acordó investigar la relación del empresario con Quirón la estrategia de sus abogados cambió. “No es que no quisieran conformarse, es que no querían que él llegara a declarar. Pretendían que no declarara hasta que la Audiencia Provincial revocara o confirmara la incoación de esa pieza separado. Querían retrasar la declaración”, ha aseverado.