Así como ocurrió con la importancia de mantener hábitos saludables de sueño , la de los ritmos circadianos -y el impacto que su desajuste puede generar- viene cobrando cada vez más relevancia en el ámbito médico y científico. Los cronobiólogos lo saben muy bien.
Y es que entre la batería de medidas para sostener hábitos de vida saludables -como un buen descanso, la realización de actividad física, la alimentación balanceada-, no se presta mucha atención a cuándo suceden estas cuestiones. Y al parecer, importa.
Es decir, si bien es recomendable dormir es de 7 a 9 horas, no es lo mismo acostarse temprano que tarde, o hacerlo en el mismo horario, que cambiarlo. Y como es sabido que una alimentación saludable tiene un impacto positivo en los marcadores de salud, no da igual en qué

Clarín

Infobae
Reuters US Top
Raw Story
OK Magazine
The Daily Beast
Vogue Runway
Reuters US Business