Cuando pensamos en Cantabria , lo primero que suele venir a la mente son sus playas: el Sardinero, Liencres, Somo, Oyambre... Pero lo cierto es que esta comunidad del norte de España tiene mucho más que ofrecer. Si no eres amante del mar, del salitre o simplemente te apetece un plan diferente, estás de suerte: Cantabria interior está llena de pueblos con historia, rutas de montaña, cuevas milenarias y rincones donde la cultura, la naturaleza y la gastronomía son protagonistas.
Aquí tienes una guía real y práctica sobre qué hacer en Cantabria si no te gusta la playa .
Explora los Picos de Europa desde Potes
Uno de los destinos más espectaculares del interior cántabro es el Valle de Liébana , con Potes como centro neurálgico. Rodeado de montañas, este pueblo es ideal para los que buscan aire puro, senderismo y arquitectura tradicional.
Desde allí se puede visitar el Monasterio de Santo Toribio de Liébana , uno de los centros de peregrinación más importantes del norte, y hacer rutas como la subida al Mirador de Santa Catalina . Si te gusta caminar, hay múltiples senderos señalizados sin necesidad de tener experiencia en montaña.
Adéntrate en la prehistoria en las cuevas de Cantabria
Cantabria es tierra de cuevas, y muchas de ellas están lejos del mar. La más famosa es, sin duda, la Cueva de Altamira , Patrimonio de la Humanidad, aunque su réplica (la Neocueva ) es la que puede visitarse en la actualidad. Está ubicada en Santillana del Mar , una joya medieval que también merece un paseo, incluso si no te acercas a la costa.
Otras cuevas impresionantes del interior cántabro son:
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El Soplao , cerca de Rionansa: famosa por sus formaciones geológicas únicas.
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Cueva Covalanas , en Ramales de la Victoria: con arte rupestre original y acceso con guía.
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Cueva de Chufín , junto al embalse de Palombera.
Estas visitas son ideales para días lluviosos o para quienes buscan turismo cultural y arqueológico.
Ruta por los pueblos del interior cántabro
Más allá del litoral, Cantabria está llena de pueblos con encanto que conservan sus tradiciones y su ritmo tranquilo. Algunos imprescindibles:
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Barcena Mayor : en el Parque Natural Saja-Besaya, es uno de los pueblos más antiguos de Cantabria.
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Carmona , en Cabuérniga: otro ejemplo de arquitectura montañesa en estado puro.
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Vega de Pas y San Pedro del Romeral : en la comarca de los Valles Pasiegos, ideales para conocer el origen del sobao pasiego y las tradiciones ganaderas.
En estos lugares puedes probar la gastronomía local, comprar productos artesanos y hacer rutas por bosques, ríos y valles verdes.
Naturaleza sin mar: bosques, ríos y embalses
Si prefieres caminar entre árboles antes que pisar arena, el interior cántabro te ofrece espacios naturales espectaculares:
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Parque Natural Saja-Besaya : perfecto para senderismo y observación de fauna.
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Embalse del Ebro : en Campoo, ofrece paisajes amplios, cielos abiertos y tranquilidad total.
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Monte Hijedo : uno de los bosques autóctonos mejor conservados del norte peninsular.
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Nansa y Liébana : comarcas montañosas poco masificadas, ideales para rutas a pie, bici o simplemente para desconectar.
Disfruta de la gastronomía cántabra de interior
Cantabria no es solo pescado y marisco. En el interior, los platos de cuchara cobran protagonismo, especialmente en los meses fríos. No te puedes ir sin probar:
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Cocido lebaniego , con garbanzos, chorizo, morcilla, carne y sopa.
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Carne de tudanca , autóctona y de excelente calidad.
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Sobaos y quesadas pasiegas , dulces típicos de los Valles Pasiegos.
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Quesos artesanales como el de Tresviso o el de Las Garmillas.
Muchos pueblos tienen pequeñas queserías, panaderías o mercados donde probar y comprar productos locales sin necesidad de ir a la costa.
Museos, cultura y arquitectura histórica
Por último, si prefieres los planes culturales, también encontrarás opciones alejadas del mar:
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Museo de la Naturaleza de Carrejo : ideal para familias.
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Colegiata de San Pedro de Cervatos , ejemplo del románico cántabro.
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Iglesia rupestre de Cadalso , excavada en roca.
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Castillo de Argüeso , en Campoo de Suso, rodeado de montañas.
Y si quieres desconectar del turismo convencional, muchos de estos pueblos ofrecen alojamientos rurales con encanto , ideales para un fin de semana relajado.
Sí, Cantabria también existe sin mar
Cantabria es mucho más que playas y acantilados. Sus montañas, bosques, pueblos y cuevas esconden un patrimonio natural y cultural único. Así que si buscas un plan diferente o simplemente no eres de los que disfrutan el mar, aquí tienes una tierra entera por descubrir. Porque lo verdaderamente auténtico de Cantabria está también en su interior.

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