Si anhelas adoquines, cúpulas y mesas de café pero no quieres volar a través del Atlántico, mira hacia el sur. Desde los Andes hasta el Atlántico, América Latina vibra con gracia europea—y luego la sincopa con su propio pulso. La arquitectura Belle Époque, las plazas coloniales y las fachadas barrocas sobreviven aquí no como reliquias, sino como escenarios para algo más salvaje: salsa mezclada con poesía callejera, tango junto a espresso, galerías que huelen ligeramente a ron y lluvia. Son ciudades que tomaron los planos de Europa y les enseñaron a bailar.

El París en el que puedes bailar tango

En Buenos Aires , las comparaciones con Europa parecen inevitables e injustas. Sí, sus amplias avenidas reflejan París y sus palacios Beaux-Arts harían sonreír a Haussmann. Pero donde París sorb

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