La discusión social sobre la situación de los trabajadores argentinos bajo el gobierno de Milei tuvo este miércoles un capítulo relevante. La Confederación General de Trabajadores (CGT) de la Argentina renovó sus autoridades en un Congreso que contó con la participación de 2186 congresales en representación de 210 sindicatos. Así, la CGT se prepara para encarar una nueva etapa que debutará nada más ni nada menos que con la discusión en torno a la reforma laboral que impulsa el oficialismo libertario.

El Congreso se llevó a cabo en el estadio de Obras Sanitarias en la CABA, y fue escenario de algunas discusiones que no se saldaron en la cúpula cegetista y requirieron votaciones a mano alzada. En concreto, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), La Fraternidad y los Gastronómicos que responde

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