Fue la comidilla hace años. Me refiero al carrete de Isabel Preysler: aquella extraordinaria habilidad sexual a la filipina y de la filipina elevada a mito erótico. Se decía que ahí radicaba su capacidad de seducción, el prodigio de sus sonadas conquistas. Jesús Mariñas defendía su existencia como si visitara cada noche la alcoba isabelina, incluso se dijo que había viajado a Filipinas para investigar el ovni sexual de la reina de corazones. Pero el misterio continúa hasta hoy: la Preysler no lo ha explicado en sus memorias. Es una cuestión que ofrezco gratis a Broncano por si Isabel recalara en su programa. ¿Qué es el carrete? Un día, comentándolo con Antonio Gala, el dramaturgo y poeta lo relacionó con el sexo tántrico que él mismo practicaba. Pero mi amigo era muy dado a hacer coñas ma
El diario de Amilibia: ¿Y el carrete, Isabel?
LA RAZÓN Gente3 hrs ago
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