La Administración Federal de Aviación (FAA) ha anunciado una drástica reducción del 10% en el tráfico aéreo en 40 aeropuertos de alto volumen en Estados Unidos, a partir del viernes 7 de noviembre. Esta medida se toma en respuesta a la creciente escasez de controladores aéreos, quienes no han recibido sus salarios debido al prolongado cierre del gobierno, que ya se ha convertido en el más largo de la historia del país.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, explicó que esta decisión se basa en datos que indican dónde se concentra la presión del sistema. "Una de las medidas será la reducción del 10% en la capacidad en 40 de nuestras ubicaciones", afirmó Duffy durante una conferencia de prensa. Se estima que entre 3,500 y 4,000 vuelos diarios se verán afectados, lo que perjudicará a miles de pasajeros en todo el país.

La FAA enfrenta una grave escasez de personal, ya que muchos controladores han faltado al trabajo debido a la falta de pago. Desde el inicio del cierre el 1 de octubre, estos empleados esenciales han estado trabajando sin recibir su salario, lo que ha llevado a un aumento en los retrasos y cancelaciones de vuelos. Duffy reconoció que "no quiero que tengan otros empleos, quiero que vengan a trabajar, pero entiendo sus dificultades".

El administrador de la FAA, Bryan Bedford, también participó en la conferencia y subrayó que la agencia no esperará a que se produzca una crisis para actuar. "No podemos ignorarlo", dijo. Ambos funcionarios se reunirán con ejecutivos de aerolíneas para discutir cómo implementar de manera segura esta reducción de vuelos. Bedford advirtió que si la presión sobre el sistema continúa aumentando, podrían ser necesarias medidas adicionales.

El cierre del gobierno, que comenzó por desacuerdos presupuestarios en el Congreso, ha dejado a cerca de 800,000 empleados federales sin pago, incluidos 13,000 controladores de tráfico aéreo. Desde el inicio del cierre, más de 3.2 millones de pasajeros han experimentado retrasos o cancelaciones, con picos de hasta 4,500 vuelos demorados en un solo día.

La FAA ha decidido actuar de manera proactiva para evitar un caos en los cielos. Duffy mencionó que el objetivo es evaluar la presión y tomar medidas antes de que surjan consecuencias adversas. La lista de los aeropuertos específicos que sufrirán la reducción aún no ha sido publicada, pero se espera que incluya importantes centros logísticos como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Atlanta. La situación sigue siendo crítica y se monitorea de cerca para garantizar la seguridad de los vuelos en el espacio aéreo estadounidense.