Para el argentino, llevar hoy a su bolsillo un celular de alta gama sigue siendo casi una utopía. No hay vuelta, por más que el dólar sube o baje, quiten impuestos o baje la inflación, en las góndolas del país el smartphone que más brilla siempre está por las nubes. Los más emblemáticos, como el Samsung Galaxy S25 Ultra o el iPhone 17 Pro superan largamente los 3 millones de pesos.

Sin embargo, hay móviles que cuestan tres o cuatro veces menos y, salvo detalles, ofrecen las mismas o similares tecnologías. Es que, al escalar en cantidad de producción, las nuevas tecnologías se abaratan y comienzan a incorporarse en los celulares de menos valor.

Sobre todo en los de gama alta de entrada, categoría que se conoce como “Entry Premium” . Hoy están entre los 700 mil pesos y un poco más de

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