Con su congreso nacional realizado en Obras la CGT volvió a consagrar ayer un esquema de conducción de tres patas, como viene sucediendo desde hace años, y que aleja la idea del secretario general poderoso, liderazgo unipersonal que remite a las épocas más fuertes del peronismo como partido político de Argentina.
Continuará un triunvirato para garantizar una conducción de consensos, que contenga a la mayoría de los sectores internos. Se cambiaron ciertos nombres, eso sí, como para transmitir alguna idea de renovación aunque tampoco se trata de gente que recién empieza en esto de la actividad gremial.
Así, se sentarán en esa suerte de trípode Jorge Sola, del sindicato del Seguro, Cristian Jerónimo, del gremio de los trabajadores del vidrio, y se quedará el moyanista de Camioneros Octavio

Diario El Día de La Plata

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