Tres astronautas chinos han tenido que extender su estancia en el espacio debido a preocupaciones sobre posibles daños en su nave de regreso, la Shenzhou-20. Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie, quienes debían regresar a la Tierra este miércoles, ya habían entregado las llaves de la estación espacial china a una nueva tripulación. Sin embargo, la Administración Nacional del Espacio de China anunció que su regreso se ha pospuesto por un posible impacto de escombros en su nave.

La agencia espacial indicó que “el análisis del impacto y la evaluación de riesgos están en curso”, aunque no proporcionó detalles sobre el daño ni el tiempo estimado para la revisión de la nave. Hasta el momento, no se han establecido nuevas fechas para el regreso de los taikonautas, quienes despegaron desde la Región Autónoma de Mongolia Interior en abril.

Este retraso se produce poco después del exitoso lanzamiento de la Shenzhou-21, que transportó a un nuevo grupo de astronautas a la estación espacial Tiangong, conocida como “Palacio Celestial”. Entre los nuevos astronautas se encuentra Wu Fei, de 32 años, quien ha sido destacado por los medios como el astronauta chino más joven en llegar al espacio. Durante su llegada, se llevó a cabo una ceremonia de entrega en la que las tripulaciones de ambas naves firmaron documentos en un compartimiento estrecho.

Chen Dong, uno de los astronautas, expresó: “Estamos a punto de regresar a la Tierra, y ahora te entrego la llave de la escotilla que simboliza el derecho de mantener las operaciones en esta estación espacial china”. Sin embargo, ahora él y sus compañeros se encuentran en una situación incierta mientras se evalúa la seguridad de su nave.

La agencia espacial china ha subrayado que el aplazamiento del regreso es una medida para garantizar la seguridad y la salud de los astronautas. Los lanzamientos del programa Shenzhou han sido motivo de orgullo para el país, que ha logrado avances significativos en su programa espacial, incluyendo un récord de caminata espacial de nueve horas.

Además, China planea abrir su estación espacial a astronautas extranjeros, con la llegada de un astronauta de Pakistán programada para el próximo año. Estos desarrollos han generado preocupación en Washington, que busca enviar nuevamente astronautas a la Luna, mientras que el Gobierno de Trump había impuesto restricciones a la participación de ciudadanos chinos en programas de la NASA.

La NASA ha enfrentado desafíos similares en el pasado, como el caso de los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore, quienes tuvieron que esperar más de nueve meses para regresar a casa tras un fallo en la nave Boeing Starliner. Finalmente, regresaron en una cápsula Crew Dragon de SpaceX en marzo.