María Alejandra Benavides, exasistente del exministro de Hacienda Ricardo Bonilla, ha hecho una impactante declaración en la Corte Suprema de Justicia. Su testimonio se centra en el presunto saqueo a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), un escándalo que ha sacudido al gobierno del presidente Gustavo Petro.

Benavides relató cómo fue citada a un apartamento en el norte de Bogotá por la senadora Liliana Bitar, quien le pidió que borrara pruebas que podrían comprometerla. La reunión se llevó a cabo en un lugar que Benavides describió como un apartamento pequeño, sin fotos ni elementos personales, donde Bitar afirmó que era de una "amiga".

"Recuerdo que la senadora Liliana Bitar me escribió en junio de 2024. Me dijo que quería hablar conmigo y me dio la dirección de un apartamento en Usaquén, cerca de Unicentro", explicó Benavides. Durante la conversación, Bitar mencionó que estaba pasando por un momento difícil debido a las noticias sobre el escándalo de la UNGRD.

En este contexto, Bitar solicitó a Benavides que borrara sus conversaciones de WhatsApp. "Ella me preguntó por mis interacciones con la Unidad (UNGRD) y me pidió que borrara mi conversación con ella. Ahí mismo, en el sofá, lo hice", relató la testigo.

La declaración de Benavides ha puesto a Bitar en una posición comprometida, ya que se le acusa de estar involucrada en la repartición de contratos por más de 92.000 millones de pesos en varias obras. Según testimonios de otros exfuncionarios de la UNGRD, Bitar era una de las beneficiadas.

Benavides, quien fue testigo durante ocho días en la Corte, también mencionó a otros congresistas implicados en el escándalo, como Wadith Manzur y Karen Manrique. Su testimonio fue crucial, ya que se le otorgó el principio de oportunidad con inmunidad total debido a la gravedad de sus declaraciones y la falta de intención de enriquecerse.

La exasistente, que había renunciado a una beca para estudiar en el Reino Unido, se ha visto envuelta en un complicado proceso judicial. Su familia ha sido amenazada y su hogar allanado, lo que ha llevado a la necesidad de proteger su vida. Ahora, Benavides se ha convertido en la testigo clave de este escándalo de corrupción que sigue desarrollándose en Colombia.